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miércoles, 19 de marzo de 2014

Capítulo 1. Short life

Era otro día como cualquier otro. Un día de instituto. Lo odiaba, no me gustaba ir, aunque supongo que eso es lo normal. Estaba teniendo un precioso sueño pero se acabó cuando oí el espantoso sonido del despertador. Le di un manotazo para que se apagara, me giré y me tapé hasta arriba para intentar dormirme otra vez, pero fue en vano ya que entró mi padre.

-Venga hija levanta, sino llegarás tarde como de costumbre
-Sí, papá. Ahora me levanto -cuando se fue me levanté con desgana, me duché, me vestí y desayuné.
-Almudena venga, que Jamie nos está esperando fuera –me apremió mi hermano

Jamie era mi mejor amiga de toda la vida. Nos conocíamos desde que éramos pequeñas, nos lo contábamos todos, éramos como hermanas

-Ya voy, ya voy –cogí corriendo la mochila y salí de casa para reunirme con Jamie y mi hermano. Él estaba colado por ella, yo me daba cuenta pero siempre que intentaba sacar el tema lo esquivaba o simplemente me lo negaba.

Las clases transcurrieron normales, todas aburridas como siempre, a excepción de física y química, me encantaba esa asignatura. Sé lo que estáis pensando y no, no soy una empollona pero siempre me he sentido atraída por esa asignatura no sé por qué.
 Por el camino de vuelta a casa vi una sudadera morada que me encantó. Miré en mi bolsillo y por suerte había traído dinero, así que aprovecharía para comprármela y dejar solos estos dos

-¡Eh chicos! Seguid vosotros, yo voy a entrar aquí un momento –les comuniqué
-Te esperamos  -contestó mi hermano
-No hace falta. Además, no sé lo que voy a tardar porque al parecer hay bastante cola
-Está bien, pues entonces nos vamos. Hasta luego –dijo y se fue con Jamie

Espero que esto sirviera para algo y mi hermano se lanzara de una vez. Entré en la tienda  y compré la sudadera. Empecé a caminar hacia mi casa, iba distraída y me choqué con alguien.

-Perdón –me disculpé pero él no respondió, siguió caminando aunque pude notar cómo me miraba de reojo. Pasé del tema, no quería emparanoiarme con eso. Cuando llegué a casa no había nadie pero vi una nota, así que la cogí.

“Almudena, hoy comes sola. Papá estará trabajando hasta tarde y yo me he ido a comer con Jamie. Sé que siempre te lo niego, pero a pesar de eso sabes lo que siento por ella. Gracias por dejarnos solos, te debo una, enana.
Besos, Álvaro”

Perfecto, este iba a ser el viernes más aburrido de mi vida. Mike y Jesse tenían un partido de baloncesto, Jessica me dijo que quizás salía, pero por la noche, y Jamie si está con mi hermano dudo que salga… Sí, todos estos eran los amigos que mi hermano y yo habíamos ido conociendo durante nuestra vida. Todos juntos éramos como una pequeña familia.
Me calenté la comida. La verdad es que no tenía mucha hambre pero bueno. Cuando acabé, fregué mi  plato y me subí a mi habitación. Cogí el portátil y me tumbé en la cama con él. Me metí en Twitter y Facebook. No tenía mucho, sólo un mensaje en el chat de Facebook. Lo abrí y era de Jamie. Al parecer estaba en su casa con mi hermano.

Almuuu! A que no sabes con quien estoy ahora mismo? Si si, tu hermano jajaja bueno, lo que te iba a decir no era eso. Al final si salgo esta tarde, a las 19: 30 te recojo va? Y te importa si viene tambien tu hermano?

Pensé en que contestarle y le puse:

Hola, me lo imagine ya que no esta en casa jaja vale, estare preparada a esa hora :) claro que si, que se venga, pero como me de mucho la lata se entera eh jaja

Después le mandé un Whatsapp a Jessica.

"A las 21:15 te recojemos"

Eran las 18:30 así que me fui a duchar. La verdad es que se me había pasado el tiempo volando. Me puse uno vaqueros pitillos, una camiseta básica rosa con una rebeca blanca encima para por la noche y unas Converse del mismo color que la camiseta. A las 19:30 justo estaban allí.

-Hola chicos –sonreí
-Hola –contestaron mi hermano y Jamie un poco cortados y mirando al suelo
-¿Estáis juntos verdad?
-Esto… sí – Jamie se puso roja como un tomate
-¡Já! ¡Sí! Sabía que acabaríais juntos –dije riéndome y saltando
-Bueno, ¿vamos a dar una vuelta o qué? –dijo mi hermano para cambiar de tema
-Está intentando evitar el tema –le dije a Jamie al oído y ambas nos reímos
-Creo que poco vamos a durar Jamie, porque con la pesada de mi hermana… -dijo bromeando
- No te preocupes, ya la conozco y sé como es, así que no me asusto –se rieron. Fruncí el ceño pero no dije nada pues sabía que estaban bromeando

Fuimos a la heladería que nos caía cerca de mi casa. Jamie y Álvaro se pidieron una granizada para los dos y yo me pedí un helado de After Eight  (menta con trozos de chocolate)

-Que ganas tengo de que lleguen las vacaciones –comentó mi hermano
-Tan sólo queda una semana –respondió una sonriente Jamie
-Sí,que ganas ¡yuhu! –dije sarcásticamente
-¿Por qué lo dices de esa forma? ¿Es que no quieres terminar ya las clases?
-Claro que sí, pero no me quiero ir a Londres
-Te lo pasarás bien allí, te lo aseguro –trató de animarme mi hermano
-Si tu lo dices… -me terminé el helado y miré la hora – vaya, dentro de quince minutos tenemos que estar en casa de Jessica
-Aún nos queda un poco de granizada –dijo Jamie
-Cuando terminéis iros a su casa, os esperaremos allí

Cuando llegué toqué el timbre y allí estaba Jessica, por una vez preparada a su hora.

-¿Dónde están los demás? –me preguntó tras abrir la puerta
-Mike y Jesse no salen, y Jamie está con mi hermano terminándose de tomar la granizada, ahora vienen
-¿Jamie con tu hermano? –sorprendida
-Si, ¿ves como yo tenía razón y se gustaban? –sonreí con suficiencia
-¿Eso quiere decir que están saliendo? No me lo creo
-Pues créetelo –dijo mi hermano al tiempo que le pasó el brazo por encima del hombro a Jamie y la besó
-Bueno sí hermanito, para, que no quiero vomitar
-Corta rollos
-Lo sé –sonreí
-Bueno, vamos a un bar karaoke que me apetece cantar y liarla un rato –apremió Jessica

Fuimos y estábamos los cuatro sentados en una mesa. Había terminado la actuación y pedían un voluntario. Yo sin pensarlo dos veces salí. Amaba cantar y bailar, aunque no me gustaría dedicarme a ello profesionalmente, no me gustan los agobios. La verdad es que pasamos una buena noche allí y cuando llegué a casa caí rendida en la cama.

-Almudena levanta que son las once –gritó mi padre
-Papá, es sábado, es muy temprano
-Tienes que ir preparando las maletas
-¿Las maletas para qué?
-Ha habido un cambio de planes, al final te vas esta noche
-¿!Esta noche!? – me levanté de un salto
-Sí, por las clases no te preocupes, he hablado con el director y no ibais a hacer mucho así que no te pierdes nada
-Está bien papá –le di un beso en la mejilla y bajé a desayunar
-¿Ya te has enterado? Esta noche nos vamos –comentó con entusiasmo mi hermano
-¿Por qué estás tan feliz?
-Porque por fin voy a ver a mis amigos de allí, los echo de menos
-¿Y Jamie?
-Quizás la dejen venir en julio –sonrió- Bueno, enana, me voy a terminar de preparar las maletas, hasta luego

Cuando terminé el desayuno me vestí y me fui a dar una vuelta. Por el camino me encontré con Mike. La verdad es que estaba un poco colada por él, pero no pensaba decirle nada y menos ahora que me iba.

-¡Almu! –me dio dos besos- me he enterado de que te vas a Londres esta noche
-Sí –dije un poco triste- os voy a echar de menos
-Yo también te voy a echar de menos –nos dimos un abrazo – ¿te apetece dar una vuelta?
-Claro que sí –sonreí

Cuando llevábamos un rato andando él me cogió la mano y yo lo miré sonriendo. El tiempo se me pasó muy rápido, se nos hizo la hora de comer-

-¿Porqué no comemos en el McDonalds?
-No he traído dinero…
-No es problema, yo invito, y no acepto un no por respuesta
-Está bien…


Fuimos a comer y después él, a eso de las cinco se fue a su casa. Yo fui al parque, quería terminar la canción que estaba componiendo. Me senté en el mismo banco que el otro día. Al terminar de escribir la canción me puse a cantarla. Notaba que alguien venía y creo que me estaba escuchando así que cogí mis cosas y volví a casa a terminar de preparar las maletas.

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